"Viaje chamánico, guía de iniciación" por Sandra Ingerman

Leí una recomendación sobre este libro, y por circunstancias de la vida decidí comprarlo para experimentar con esto del chamanismo. El libro no es muy caro, es pequeño pero va al grano. Explicando como funciona de forma básica el chamanismo, como comenzar y las normas básicas. Es cierto que tiene algunas erratas y alguna frase mal traducida... pero por lo demás está bien. Si queréis comenzar a tener experiencia con el viaje chamánico, este libro os resultará útil. 

Respecto a mi propia experiencia puedo decir que me gusta la orientación positiva y respetuosa que la autora da del chamanismo... Pero pinta las cosas demasiado bonitas y fáciles. En primer lugar, y esto es un apoyo para aquellos que se adentran en este terreno, hay que aprender a dejar la mente en blanco (libre de pensamientos). Os puede llevar incluso un año, pero no os rindáis, sed constantes dedicando unos o dos días al principio. Cuando seáis capaces de hacer el viaje sin distracciones, sed conscientes de que se percibe con el ojo de la mente. Habrá gente que note más los olores, los sonidos, o las imágenes... o incluso varias. Apuntad en un cuaderno específico el tema del viaje y lo que habéis percibido, os vendrá muy bien en el futuro. Reflexionad sobre lo que se os muestra en esos viajes de una forma u otra. Si no obtenéis cambios positivos en vuestro entorno con algún problema, seguid replanteando la pregunta a vuestros guías de formas distintas. Abordando el tema desde distintos puntos de vista, reflexionando y ahondando en vosotros mismos y lo que os rodea de forma noble, honrada y sabia. Hay problemas en esta vida que dan mucho trabajo (no simplemente pintar una piedrecita y guardarla en el bolsillo Sandra). Cuando alguien necesita ayuda en esta vida y ha probado de todo pero no encuentra soluciones, la desesperación o incluso la curiosidad nos pueden arrastrar a practicar magia, pero hay que hacerlo con paciencia y sabiduría. El chamanismo puede ser una herramienta más sutil o más directa, por lo que hay que usarla con corazón, honradez y nobleza. Tenemos que ser conscientes de que hay problemas que requieren mucho esfuerzo, (paso a paso) y otros que no tienen solución (no quedando más opción que aceptarlo).