Tortilla de patata y cebolla (4 raciones)

Haay, que gran mito de la cocina española... Bueno, lo primero que os recomiendo es ir a una ferretería o bazar para comprar una herramienta que os va a ser muy útil y os ahorrará muchos disgustos: una sartén doble. Si, son dos sartenes diseñadas de tal forma que encajan la una con la otra, haciendo efecto tapa (tapa de sartén). 

Una vez adquirida la susodicha sartén en el tamaño que más nos convenga (yo la prefiero pequeña), lo siguiente que vamos a hacer es trocear media cebolla grande en cuadrados un poco pequeños, junto con 4 patatas medianas ya peladas y troceadas en cuadrados un poquito más grandes que la cebolla. Ponemos en el fuego una de las mitades de la sartén doble, una vez caliente añadimos la cebolla y las patatas troceadas echando aceite de oliva virgen extra hasta cubrirlas por la mitad, dejándolas freír a fuego medio. Removemos cada 5 minutos y una vez la cebolla esté dorada por las esquinas, y la patata esté blanda, colocamos un cuenco en el fregadero con un colador de metal encima y vertemos ahí la cebolla y la patata fritas para que se escurra bien el aceite. Mientras, batimos 8 huevos talla “L” (2 por persona) en un cuenco mediano, añadimos sal, y la cebolla con la patata ya escurridas. Batimos hasta que se mezclen, y ponemos a calentar la mitad de la sartén ya usada con solo 1 cucharada de aceite. Vertemos en ella la mezcla de huevo, sal, cebolla y patata, dejándola freír a fuego medio. Cada 5 minutos con ayuda de un tenedor comprobamos como está la costra de la tortilla en los bordes (hay gente que la prefiere más tostada o más “blanca” por fuera, es cuestión de hacer la receta varias veces hasta encontrar el punto que más nos guste). Yo cuando veo que se dora un poquito, coloco la otra mitad de la sartén a modo de tapa, las llevo al fregadero por si cae algo, y hago lo típico de darlas la vuelta a la de tres. Hacedlo rápido pero agarrando con firmeza los mangos para evitar quemaros y que se os caiga mucha tortilla (podéis practicar con las sartenes vacías antes de comenzar a cocinar). 

Y ya sólo es terminar de hacer la tortilla por el otro lado, si tenéis dudas de cómo puede estar de hecha la tortilla por dentro podéis levantar un trozo de costra de arriba para ver un poco como está. Y lógicamente si hacéis la tortilla a fuego lento quedará más cuajada, y si ponéis el fuego un poco más alto hará más costra y quedará más cruda en su interior.