Si tu vida te ha llevado por la senda de la creatividad pictórica ya sea sobre superficies planas o sobre relieve, sabrás lo frustrante que es tener un buen pincel que termina con el filo estropeado. A lo mejor te lleva tiempo encontrar uno igual, o te resulta caro.
En el caso de un pelito solitario y desafiante, con unas tijeras finas de cortar pequeños cayos y un poco de pulso, te bastará. Pero como tengas un pincel "mordido" o con el filo muy desgastado... por muy buen pulso que tengas y mucho que te esmeres con las tijeras finas lo único que vas a conseguir es hacerle más trasquilones aún.
Por suerte para mí, experimentando este verano con unos pinceles desgastados, conseguí encontrar una herramienta ideal... ¡El corta uñas! Eso si, limpio y desinfectado, además de bien afilado.
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