domingo, 31 de agosto de 2025

De lo sagrado a lo dañino

Me he criado entre drogadictos, la mayoría de ellos no lo reconocen, ni tan poco lo perciben como un problema. Estás personas, y otras que he tenido en mi entorno con un perfil similar, me han permitido ver como ven ellos y ellas el consumo de ciertas sustancias. Básicamente la vida es muy dura para todos, pero una mayoría de la sociedad (si, hay mucha gente que se droga a diferentes niveles) prefiere evadirse consumiendo sustancias antes que afrontar la vida de forma más estable y sana. Al final solo esconden la suciedad debajo de la alfombra. Y algunas de estas drogas son de carácter más industrial, llegando a venderse como tratamientos médicos desde hace 100 años (o vete a saber). 

 
Otras existen desde antes del surgimiento del cristianismo y eran utilizadas en rituales sagrados de forma puntual, e incluso por un número limitado de individuos. Le aportaban un cliché divino y espiritual a la experiencia. Y precisamente eso ha sido el marketing perfecto para mafias toleradas por gobiernos que las han usado de forma masiva para tener a la población: adicta, distraída, arruinada, cegada, enferma, y acabada. 
Y no, no creo que sea bueno usar sustancias para conectar con lo divino. Existe el trance y la meditación, que te permitirán conectar de forma real y sana (no importa si conectas más o menos, lo importante es realizar el trance o meditación). Las drogas te alteran y te provocan alucinaciones... a pesar de lo que vendan las mafias, eso no es conectar con Dios, o aquello en lo que crees a nivel espiritual. 
Y así es como la "civilización" moderna y sus mecanismos de anulación social han convertido sustancias sagradas y de uso puntual, en un negocio para unos y la ruina total para otros muchos más. 
Aun que quizás comenzase más como un negocio sucio o una forma de acabar con líderes convirtiéndolos en adictos...

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