Experiencia Purifying de Esential Arôms

Tras el desastre que me provocaron la crema facial de "Amapola Biocosmetics" y de "La Provençale Bio" con ese exceso de sebo, granos, granos enquistados y tomateros. Ocurrió el milagro de encontrar a una persona que trabaja en una herboristería, y con experiencia personal en temas de la piel. Me recomendó la línea de Purifying de "Esential Arôms". Y gracias a ello he podido normalizar mi piel bastante sin irritarla. Sabía que esta marca vendía aceites esenciales pero desconocía que hace poco han añadido productos faciales a su tienda (https://esentialaroms.com/es/facial-esential). 

El tónico desmaquillante es muy suave (no reseca la piel en absoluto), y evita que la piel tenga tanta grasa. Y se puede usar como sustituto del agua y el jabón sino tienes la piel muy sucia. La crema facial hidrata entre otras cosas, y la piel queda más libre de grasa. La sensación es de que te quedas a gusto, sin sequedad y sin exceso de grasa. Y el sérum de noche es una combinación de aceites propicia para la piel grasa y mixta que ayuda a reparar y cuidar la piel de noche. También conseguí una mascarilla de Purifying, y es una maravilla lo bien que deja la piel. 

Desde hace años nos imponen eso de que cuantas más cremas te des mejor tienes la piel... La realidad es que te gastas más dinero, y en muchas ocasiones sigues con la piel igual o incluso peor. Estoy muy contenta con esta línea de "Esential Arôms", porque parece que han dado con unas combinaciones de ingredientes muy acertadas y equilibradas. Así que si tenéis granos y piel grasa Purifying os debería ayudar bastante sin importar vuestra edad. 

Mermelada pimiento rojo con queso Brie

Hace años encontré en una tienda de barrio, un modesto tarro de mermelada de pimiento rojo. Nunca la había probado, pero me encantó. Y con una rodaja de queso de Brie, en una tostada... Aquello me pareció una delicia. Por lo que tengo que hacer mi propia mermelada de pimientos rojos y probarla de nuevo. 

Compré 2 pimientos rojos muy rojos (uno era grande y el otro pequeño), ni muy duros ni blandos. Los lavé, retiré los corazones, y los corté en cuadrados. En una cazuela un poco pequeña añadí 3 dedos de altura de agua embotellada, 4 cucharaditas rasas de azúcar, y los pimientos rojos troceados. Puse a fuego alto, removí, y cuando rompió a hervir bajé en fuego poco a poco hasta fuego medio-bajo. Puse la tapa de la cazuela y dejé cocer 30 minutos aproximadamente. Quedó agua y el pimiento cocido en su punto. Si queréis podéis dejar el pimiento así (cortado en cuadraditos) o triturarlo con la batidora (yo lo dejé con un poco de textura). Pude rellenar un tarro de 270 gramos netos (bien limpio), dejando un dedo de altura sin rellenar, cerrándolo y colocándolo boca abajo. Una vez pierde calor le di la vuelta y lo guardé en la nevera. 

Y ya tan solo es sacar vuestras tostadas de pan favoritas (de supermercado o barra de pan cortada en rodajas y tostada en la plancha). Poner una lámina gruesa de queso de Brie y poner encima una capa de mermelada de pimiento rojo casero. 

El pimiento rojo es dulce, así que he preferido usar poco azúcar y disfrutar más de mi salud y del sabor natural del pimiento rojo. 

Nuestros dioses

En mi niñez recuerdo la forma en la que veía a mi madre, para mi era la persona más importante de mi vida. Como la mismísima Virgen María, con perdón de los más creyentes. Es algo muy intenso para un bebé o un niño. Cuando tienes progenitores a los que querer (ya sean padres, tíos, abuelos...) son muy importantes para ti. Por un lado, el hecho de que sean mucho más grandes y hábiles que tu les posiciona en una cúspide. Son quienes deberían cuidarte, enseñarte, guiarte, en la vida. Así que nuestros padres son nuestros primeros dioses, por así decirlo, son lo más grande que tenemos al nacer. 

Y resulta muy curioso ver como la humanidad se imagina a los dioses por regla general, de gran tamaño y poder. Es como si aún alcanzando la edad madura necesitásemos tener esos padres tan grandes y poderosos, al igual que cuando éramos bebes o niños. 

Lo que sentíamos a nivel social y biológico desde la cuna, lo proyectamos de forma inconsciente en edades más avanzadas y conscientes. 

Con esta reflexión no quiero decir que Dios, u otras deidades politeístas o fuerzas de la naturaleza y el cosmos no existan. Pero sí que proyectamos de algún modo esos sentimientos más instintivos de nuestros padres, hacia lo que consideramos más adelante como omnipotente y sagrado. 

Propiedades "mágicas" en minerales

Siempre me han gustado los minerales, las rocas, las piedras del río o de los caminos. Es interesante contemplar su color y textura. Incluso en mi adolescencia me gustó estudiar geología, y me encantó descubrir como el tipo de magma y su velocidad de enfriamiento producen un tipo de rocas u otras (https://ciencia.unam.mx/leer/1247/rocas-mas-dinamicas-e-importantes-para-nuestra-vida-de-lo-que-pensamos). E incluso como el aire y el agua mediante la erosión crean las arenas más finas y bonitas del mundo. Pero hasta hace unos años nunca había buscado piedras y minerales con un fin mágico o esotérico. 

Es cierto que hay muchas webs y libros hablando de las supuestas cualidades milenarias de los minerales y sus colores (https://lapisexcelis.blogspot.com/). Pero hasta que no comencé a comprar minerales con un objetivo, y a intentar trabajar con ellos por pura intuición, no me di cuenta de que cada uno de ellos tiene su propia personalidad. Por ejemplo, compré una amatista con la idea de transmutar energías negativas... Pues solo sirve par aliviar el dolor físico. Hay que saber observar y analizar con sinceridad la situación. Simplemente trabajar con el mineral y comprobar si es útil y como. 

Aún así guardé el mineral con mucho cariño, ya que si lo elegí de forma consciente e intuitiva fue por algo. Él está ahí para ayudarme a calmar el dolor... hace lo que mejor se le da hacer.