La verdad es que esto de pillarle el tranquillo a las gambas puede resultar complicado. Creo haber encontrado la forma así que lo voy a explicar.
Calculo la cantidad de gambas cogiendo 3 o 4 puñados por comensal. Sacamos del congelador la cantidad deseada, las colocamos en un recipiente donde las descongelaremos con agua templada. Limpiamos los restos de cascaras de gambas, y las dejamos escurrir. Mientras pelamos 9 ajos gordos y los cortamos en láminas gruesas, para cocinarlos a fuego medio-bajo con poco aceite. Los dejamos dorar por ambos lados (no los descuidéis). y retiramos en una fuente. Ahora preparamos la sartén a fuego medio-alto (del 1 al 9, el 7) con poco aceite de oliva o girasol. Echamos las gambas en la sartén dejando todas bien extendidas para que se cocinen todas pero sin quemarse, ni encogerse demasiado. Es un plato sencillo que requiere atención constante. El freír primero el ajo permite quede en su punto sin reblandecerse con el agua de las gambas y le da al aceite que queda en la sartén su sabor. Una vez escurridas las gambas también, las mezclamos con los ajos, unas pizcas de pimientas recién molidas, una o dos cayenas machadas en mortero, y un poquito de orégano.
Calculo la cantidad de gambas cogiendo 3 o 4 puñados por comensal. Sacamos del congelador la cantidad deseada, las colocamos en un recipiente donde las descongelaremos con agua templada. Limpiamos los restos de cascaras de gambas, y las dejamos escurrir. Mientras pelamos 9 ajos gordos y los cortamos en láminas gruesas, para cocinarlos a fuego medio-bajo con poco aceite. Los dejamos dorar por ambos lados (no los descuidéis). y retiramos en una fuente. Ahora preparamos la sartén a fuego medio-alto (del 1 al 9, el 7) con poco aceite de oliva o girasol. Echamos las gambas en la sartén dejando todas bien extendidas para que se cocinen todas pero sin quemarse, ni encogerse demasiado. Es un plato sencillo que requiere atención constante. El freír primero el ajo permite quede en su punto sin reblandecerse con el agua de las gambas y le da al aceite que queda en la sartén su sabor. Una vez escurridas las gambas también, las mezclamos con los ajos, unas pizcas de pimientas recién molidas, una o dos cayenas machadas en mortero, y un poquito de orégano.
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