Las recetas
tradicionales están para disfrutarlas, y en algunas ocasiones para cambiarlas, y experimentar sobre la marcha. Hoy explicaré como hacer la tortilla típica de
patata con un ingrediente extra, el calabacín.
Lo primero es trocear: 3/4
partes de 1 cebolla mediana (en cuadraditos), 4 patatas medianas (lavadas, peladas
y lavadas de nuevo, y partidas en láminas), y 4 dedos de grosor de calabacín mediano (cortado en lascas).
Ahora sólo hay que coger una
de las 2 mitades de una sartén doble, y ponerla a fuego medio con la cebolla, la
patata, el calabacín, y aceite de oliva hasta cubrir la mitad de los ingredientes.
Removemos cada 5 minutos, y una vez pochados (fritos hasta que la cebolla
se dore en los bordes), apartamos la sartén del fuego y escurrimos bien de
aceite las verduras con ayuda de una espátula e inclinando un poco la sartén. Reservamos en un cuenco. Añadimos 4 o 5 huevos grandes (de talla “L”), salamos y batimos
con un tenedor. Colocamos la sartén en el fuego de nuevo (a fuego alto), una vez
coja calor lo bajamos a fuego medio-bajo, pero esta vez con sólo una cucharada
de aceite. Vertemos la mezcla de huevo batido mezclado con las verduras, y dejamos 10
minutos. Damos la vuelta con ayuda de la otra mitad de la sartén a modo de tapa
(os recomiendo hacer esto sobre el fregadero), para cocinar la otra cara de la
tortilla otros 10 minutos. Pincháis la superficie de la tortilla con cuidado
para levantar la costra y comprobar cómo está de hecha. Si todavía está muy
cruda dejarla otros 5 o 10 minutos por cada cara... ¡Y una vez preparada ya está lista para disfrutar!







