Entre compañeros de generación y unos años más mayores o jóvenes que yo, conocí a chicos y chicas que eran hijos de gente afiliada al Partido Popular, o incluso admiradores del dictador Franco. Algunos pertenecían a familias de clase media, media-alta o incluso adinerados que asumían un roll de punkis, anarquistas, rastafaris...
Yo que vivía en un piso con ciertas carencias, me quedaba mirando a estos falsos revolucionarios, y me daban mucho que pensar.
Yo que vivía en un piso con ciertas carencias, me quedaba mirando a estos falsos revolucionarios, y me daban mucho que pensar.
El ver lo arrogantes que eran con los que sí éramos más pobres, humildes y trabajadores que ellos. Mientras ellos se ponían el habito de supuestos libertadores y anarquistas se dedicaban a hacer el vago, drogarse, y fingir ser mejores que los demás... Me daba asco, lo siento, eran demasiado hipócritas.
Estos falsos libertadores incapaces de bajarse de la chepa de papá y mamá de derechas o centro, viviendo del dinero de las inversiones de sus progenitores, mientras los contradicen políticamente. Fingen estar muy preocupados por la pobreza, por las multinacionales, o la explotación laboral. Pero ven a un paisano tirado en el suelo o pasando apuros económicos y no son capaces de crear un plan social para apoyar a la gente necesitada y organizarse para revertir la situación. Solo cacarean, hacen ruido y se disfrazan para seguir siendo de derechas, de centro-derechas o de extrema derecha a escondidas (en su foro interno).
Las tribus urbanas dieron en su momento una variedad social curiosa y una creatividad increíbles, y aterradora en otros casos... Pero la gente que finge ser algo que no son ni serán jamás porque solo están: a la apariencia, a encajar con el grupo, a llevar la "contraria" a los padres, a ligar con Juana o Pepe, a fingir que son interesantes... Son la peor lacra del mundo.
Actualmente muchos de estos sujetos están chupando como sanguijuelas en diversos partidos políticos que fingen ser de izquierdas. Otros dejaron de fingir y chupan en partidos de centro o derechas, y unos pocos intentaron hacer proyectos interesantes para mejorar su entorno.
Qué evolución social más triste, estábamos preparados para hacer grandes cosas, y los multimillonarios lo tiraron todo abajo con sus sectas políticas.
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