Hay conchas y conchas, algunas son más duras y otras a pesar de su apariencia son muy delicadas. Todo depende de la especie a la que pertenezca y cuanto desgaste haya sufrido.
Por regla general las conchas de mar se pueden lavar dejándolas en un recipiente de cristal con agua limpia y un chorro de vinagre durante 10 minutos. Después se frotan con cuidado usando un cepillo normal. Las dejamos secar sobre un paño de algodón o servilletas de papel. Y a partir de ahí podríamos decidir si pulirlas, pintarlas, barnizarlas, etc.
Por regla general las conchas de mar se pueden lavar dejándolas en un recipiente de cristal con agua limpia y un chorro de vinagre durante 10 minutos. Después se frotan con cuidado usando un cepillo normal. Las dejamos secar sobre un paño de algodón o servilletas de papel. Y a partir de ahí podríamos decidir si pulirlas, pintarlas, barnizarlas, etc.
Pero hace dos años encontré una concha de mejillón de río, y al meterla en agua con vinagre comenzó a deshacerse, por lo que perdió brillo e incluso grosor en algunas zonas. Sin embargo las conchas de almejas de río que suelo encontrar son: más duras (tanto que resulta complicado perforarlas), más brillantes y están menos erosionadas. En casos así es mejor usar jabón de manos neutro y un cepillo normal o suave para no degradar demasiado la concha y sus cualidades.
Si os interesa un poco el mejillón de río, aquí hay información (https://www.informacion.es/medio-ambiente/2024/07/18/depuradoras-contaminan-mejillones-rio-alerta-105790569.html),
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