Normalmente limpiaba el teclado una vez al
año, con cuidado y la ayuda de un destornillador plano mediano apalancaba las
teclas de una en una (la barra espaciadora es mejor apalancarla de la zona del
medio). Las colocaba en orden sobre el escritorio para así poder limpiar la
parte que hay debajo de las teclas. Luego limpiaba estas también y las ponía en
el orden correcto en sus respectivos sitios. En este caso con ayuda de un cepillo de fregar (seco y limpio), os apañaréis, rematando con servilletas de papel y limpia cristales (o vinagre de limpieza).
Se que en internet venden aspiradores, moco pegajoso o cepillos para esta tarea, pero cuando uno tiene recursos limitados se acostumbra a tirar de lo que tiene por casa. Y en el caso de que no esté tan sucio como para desmontar las teclas, se pueden empapar paños de algodón y bastoncillos usándolos para limpiar la parte superior y los laterales.
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