Hace bastantes años me embarqué en la aventura de querer arreglar algunas de las paredes de mi casa sin necesidad de requerir los servicios de un escayolista. Y pobre de mi porque hice caso de los malos consejos de una persona muy mentirosa... así que imaginaros la chapuza que hice. Me pasé unos años con el proyecto paralizado por miedo a meter más la pata, pero cuando lo retomé seguí haciendo mal las cosas porque lógicamente no soy escayolista. Pero por el camino he aprendido algunas cosas para ir tirando cuando no se tiene dinero para un especialista -_-
Mi problema en cuestión es que había paredes con trozos de yeso muerto, se caían solos pedacitos de pintura con yeso a nivel superficial. Si os ocurre lo mismo o algo similar recomiendo este vídeo tutorial (https://www.youtube.com/watch?v=fs77nOQ_-TY).
Primero se cubre el suelo con sabanas viejas, o bolsas de basura grandes y cinta carrocero, o plásticos para cubrir muebles (los venden en ferreterías). Así protegéis el suelo de todo los trozos de escombros que caigan y resulta más fácil dejarlos en una bolsa de basura.
Segundo, necesitamos una espátula pequeña con la que ir ahuecando la pintura (con lo que se caiga pegado a ella), pero evitando dejar hoyos demasiado hondos. Habrá zonas donde la pintura y el yeso estén en mejor estado, así que resultará más difícil retirarlos. Pero dedicando una hora varios días a la semana podréis progresar de forma un poco constante.
Tercero, tenemos que cepillar la pared con un cepillo de escoba limpio o uno de mano de cerdas duras específico para estas cosas. Y a continuación en una bandeja de plástico rectangular mezclamos yeso fino con agua o aguaplast (son de mejor calidad que las mezclas ya elaboradas). Tiene que quedar una masa ni muy pastosa ni muy líquida, se hecha un poco de polvo y un poco de agua y con una espátula más grande vamos aplastando y mezclando los ingredientes con cuidado. Una vez lista la masa rellenamos los huecos y alisamos a base de untar el yeso con paciencia. Resultará más cómodo ir haciendo franjas de arriba a bajo. Así al día siguiente alumbras la zona arreglada con luz rasante y ves mejor los defectos, para volver a dar un poco de masa si fuese necesario. Llegado este punto hay que lijar con una lija grande y rectangular con mango (como una llana), en su defecto se puede usar lija esponja. Recomiendo usar mascarilla para el polvo, pañuelo para cubrir todo el pelo y unas gafas protectoras. Se va alisando, dando pequeños parches en zonas hundidas... Cuando os quedéis satisfechos porque lo habéis dejado lo más liso posible, volvéis a lijar un poco la pared, y rematáis pasando una esponja mojada en agua y bien escurrida (sin apenas frotar, tiene que ser suave). Con 2 veces que repitáis este proceso basta para quitar los restos de polvo del lijado, y por fin tendréis la pared lista para pintar, empapelar o pegar aislante. Puede ser tedioso, pero merece la pena.
En caso de que solo necesitéis quitar la pintura, puede que lijando os baste, todo depende del estado de la pared y la pintura.
CUIDADO CON LOS ENCHUFES
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