Experiencia pulseras vikingas de PAKABONE

"Este año por mi cumpleaños me han regalado dos pulseras de temática vikinga que llevaba casi un año queriendo comprar. Me encantan, se ensanchan o ajustan tirando de ellas con cuidado, pero son resistentes y muy bonitas. Tan poco es la primera vez que adquiero algo de esta tienda, y estoy contenta por la calidad. El embalaje es el adecuado, y los envíos llegan en el tiempo estimado. Si os gustan este tipo de joyas aquí tenéis una buena tienda en la cual comprar." https://pakabone.com/

Esta opinión la redacté en Noviembre de 2017, y cinco años más tarde aquí estamos, no puedo decir que los haya usado todos los días del año pero si de vez en cuando. Un punto a favor de este tipo de joyas es que a pesar de vivir en un país algo caluroso estas no se han oxidado, ni se ha visto alterado el color del metal... Pero una de las pulseras se está resquebrajando debido a que los primeros meses de uso cogí la manía de abrirla deformándola demasiado cada vez que me la ponía. Así que si adquirís una de estas obras de arte, abridlas con cuidado y evitad deformar la forma que de por sí tienen. También puedo decir que la otra pulsera, que he tratado con más cuidado, está como el primer día. 

Helado de limón casero (8 raciones)

Recuerdo en mi infancia como deseaba ir a comer a los restaurantes para pedir uno de aquellos típicos helados de naranja, limón o coco helados. Me encantaba comerlos servidos en su cáscara, la textura, el sabor, lo natural y original que parecían. Así que cuando vi este vídeo hace unos meses no pude resistirme (https://www.youtube.com/watch?v=Ski3IYIuGSY&feature=emb_title). 

Primero compramos 5 limones de tamaño similar, los frotamos por encima con agua templada y un cepillo limpio (que usemos para limpiar los platos, etc). Los secamos con unas servilletas de papel o un paño de cocina limpio. A continuación cortamos un poco el extremo inferior del limón. Con ayuda primero de un cuchillo pequeño y una cucharilla después, vamos retirando la pulpa del interior del limón con cuidado. Reservando las cáscaras vacías por un lado, y las pulpas por el otro. Cogemos las cáscaras y las tapas de los 4 limones y las introducimos en una bolsa a congelar durante 1 hora. 

Mientras, con ayuda de un colador de metal fino y una cuchara exprimimos las pulpas de los limones, dejando en un tazón solo el zumo. Luego medimos la cantidad de zumo que hemos obtenido, lo echamos a un bol grande y añadimos la misma cantidad de leche condensada (o un poco menos). 125 ml de cada ingrediente en teoría. Mezclamos bien con unas varillas eléctricas durante 1 minuto, para que queden bien integrados los ingredientes, y rallamos la cáscara del 5º limón que no hemos usado. 

En otro bol grande mezclamos 400 ml de nata de montar fría, y batimos hasta dejarla en punto optimo (nosotros no añadimos más azúcar porque la leche condensada ya tiene bastante). Y a continuación mezclamos ambas cremas poco a poco, hasta obtener una mezcla homogénea. 

Y el último paso, con ayuda de una lengua de gato o una cuchara, rellenamos las cáscaras de limón congeladas, les colocamos las tapas, y dejamos congelar 2 horas los limones que vallamos a consumir ese día. ¿Porqué digo esto? Porque este helado, una vez que se congela adquiere más dureza que los helados que compramos habitualmente. Por lo que recomiendo sacar 1 o 2 horas antes de consumirlo del congelador al frigorífico, sobre todo si lleva más de 4 horas congelado. Y con el helado que no cabe en las cáscaras de limón, podéis darle forma de bolas y colocarlas separadas en bolsas herméticas para congelar. Así cuando queráis comerlo podréis sacar bolitas en vez de pegaros la paliza a romper el helado y sacar porciones. Repito, se queda muy duro (en el vídeo no lo parece porque lo maneja poco congelado). 

Soñar con agua, ríos, mares...

Aquellos que estamos acostumbrados a recordar lo que soñamos tenemos la posibilidad de explorar que es lo que nuestro subconsciente nos muestra. Por lo menos en aquellos sueños que hacen referencia a nuestra vida personal... 

Me gusta este inicio para hablar de estos temas. El agua es un elemento, y como tal es esencial para la vida pero al mismo tiempo es nuestro origen. Ya porque nos gestamos durante 9 meses en un medio acuoso, o incluso porque se cree que los primeros microorganismos del planeta se desarrollaron en el agua. Por otro lado somos seres terrestres, y el agua es un entorno hostil, para el cual realmente no estamos diseñados. Es muy importante reflexionar sobre que es para nosotros mismos este elemento, y en qué contexto soñamos con él. 

Por ejemplo: un día soñamos que estamos con cierta persona con la que nos llevamos muy bien, nadando en un arroyo de aguas tranquilas, cristalinas, el sol es cálido, nada nos perturba. O por el contrario vivimos en un lugar donde hay problemas y no estamos a gusto. Un día nos levantamos tensos recordando un río con aguas sucias, con una corriente intensa y apenas podemos nadar, la gente del entorno grita porque se asusta, o discuten... Creo que son casos que muestran con claridad como nos sentimos. Debemos preguntarnos: ¿Qué personas aparecen en el sueño y en que circunstancias? ¿Cómo es el agua, qué nos hace sentir? ¿Hay mucho o poco caudal? ¿Agua limpia, turbia, oscura? ¿Hay animales peligrosos en ellas? ¿Nos atacan o están a lo suyo? ¿Estamos dando demasiada importancia en nuestra vida a peligros del entorno? ¿O realmente es necesario estar atentos por si acaso?

Y lógicamente si soñamos con un mar profundo, con aguas negras, ballenas, tiburones, etc quizás nos estemos acercando a las profundidades de nuestro subconsciente. ¿Lo más profundo y primigenio en nosotros mismos? Apuntad los sueños en una libreta, recordadlos para analizar lo que vuestra mente os muestra ¿Temores, deseos o realidad? 

Macerar aceite o vinagre con plantas aromáticas y frutas

Hace años leí en un blog que para macerar aceites había que: llenar un tarro de cristal casi por completo con la planta medicinal o culinaria deseada, llenar hasta cubrir la planta medicinal por completo con aceite base (por ejemplo aceite de oliva virgen, aceite de girasol, o almendras, etc), y cerrarlo. Después se sitúa el tarro al lado del fuego del hogar o donde reciba la luz del sol. Agitando cada día el tarro bien cerrado durante un mes en total. Luego se filtran los restos de la planta y se guarda sólo el aceite con las supuestas propiedades de estas ya adquiridas. 

Mi primer experimento fue con pétalos de rosa centifolia, que posee un aroma increíble. Transcurrido el mes, los pétalos habían perdido color, pero el aceite tenía cierto aroma a rosas y había cambiado un poco de color. En este caso lo utilicé para piel, y puedo decir que no me dio ningún problema. 

El siguiente lo realicé con menta recién cortada de huerto (sin pesticidas). La lavé y seleccioné, la sequé con servilletas de papel, para después poner parte en un tarro de cristal, cubrirlo con aceite de oliva y dejarlo macerar igual que el anterior. La diferencia es que una vez pasado el mes lo dejé casi un año a la sombra y en un lugar seco con la menta dentro. El aceite se volvió más verde y quedó un aroma a menta increíble. He podido usarlo para la piel y como mascarilla capilar y da resultados satisfactorios también.

Y en mis experimentos con el vinagre: compré vinagre de manzana muy suave, y le añadí unas fresas troceadas. En cuestión de días el vinagre empezó a adquirir un color rojizo además del aroma a fresas. Es perfecto para cocinar y aliñar.  

Pero el problema llega cuando ves en algunos tutoriales que no debes exponer los aceites al sol porque se estropean. Imagino que dependiendo del uso es mejor realizarlo de una forma u otra.  

Dejo varios enlaces con distintas recetas y usos: 

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2013/04/30/receta/1367298000_136729.html (Este es a nivel gastronómico). 

https://www.youtube.com/watch?v=MMzr7Ko0ONI (Esta es una receta de herbolario). 

https://inspiracioneco.com/2019/02/22/como-preparar-extractos-naturales-2/ (Y este enlace de una guía orientativa de aceites macerados de uso cosmético).