viernes, 25 de diciembre de 2020

Ajo crudo en ayunas

Recientemente sufrí una faringitis un poco dura, y como secuela dos semanas después seguía tragando mucosidad inevitablemente. Hasta el punto de que días atrás me encontraba con nauseas, no sabía que podía provocarlas hasta que me di cuenta de que lo único a destacar era el exceso de mucosidad. Ese mismo día comí un ajo crudo mediano (pelado y lavado), lo mastiqué con ambos lados de la dentadura y lo tragué despacio... Madre mía como escocía aquello, incluso por la zona entre la garganta y las fosas nasales. Cuando calló en el estómago lo tuve un poco resentido durante horas. Al día siguiente me encontraba mejor, tragaba menos mocos y la garganta (que estaba comenzando a doler de nuevo el día antes) estaba casi perfecta. Así que volví a comer un ajo crudo en ayunas. Apenas me escocía al masticar y tragar, incluso pasada media hora tenía el estómago bien y sentía hambre. 
Las propiedades del ajo crudo en ayunas son increíbles, ahora ya entiendo porque hay tanta tradición de tomarlo crudo en ayunas desde tiempos antiquísimos. Si sufrís un poco de dolor de garganta, cualquier tipo de constipado o gripe ¡Ajo crudo en ayunas! Y si os resulta muy fuerte, podéis optar por el famoso ajo negro, que en teoría es muy beneficioso también. 

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