Tenía curiosidad desde hace años por probar esta receta, y por suerte mi pareja encontró un buen tutorial que sigue cada vez que la prepara (https://www.youtube.com/watch?v=uK35rQmJgwY&t=8s).
Primero cortamos 2 berenjenas grandes en rodajas gruesas
longitudinalmente. Las sazonamos con sal y dejamos encima de un colador
durante 2 horas para que suelten el agua amarga. Pasado ese tiempo, las
secamos bien con papel de cocina y las freímos con aceite en la sartén a
fuego medio-alto, hasta que se doren bien por ambas caras, entonces
reservamos.
A continuación picamos 1 cebolla mediana en daditos y la pochamos a fuego
medio. Cuando esté dorada la cebolla, añadimos 5 ajos y los freímos junto
con la cebolla. Diez minutos después añadimos 500 gramos de carne picada
de ternera, dejando a fuego medio unos minutos. Añadimos unas pizcas de orégano y 1
vaso de vino clarete (o el que tengamos por casa). Y dejamos otro par de minutos
a fuego medio-alto. Finalmente incorporamos 2 tomates medianos troceados a la sartén junto
con la cebolla, el ajo, la carne, etc… Y dejamos a fuego medio durante 30 minutos con la tapa puesta.
Cortamos 3 patatas medianas en rodajas finas
y freímos en otra sartén con abundante aceite, hasta que doren un poco. Montamos la moussaka
colocando: primero las patatas, encima las berenjenas y por último la carne y queso tierno rallado. Repetimos el proceso una vez más hasta hacer una segunda capa
de berenjena, carne y queso tierno.
Y por último hacemos una bechamel mezclando harina y mantequilla en la
sartén, añadimos leche caliente poco a poco hasta conseguir una mezcla homogénea
con ayuda de unas varillas, echamos una pizca de sal y nuez moscada rayada.
Ponemos por encima unas pizcas de especias para pizza (si las tenemos), y cubrimos la moussaka con la
salsa bechamel. Horneamos a 180 grados durante 35 minutos... ¡Y a disfrutar!
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