Por lo general no nos enseñan: ni en casa, ni en el colegio o el trabajo, como evitar los catarros. Yo voy a explicar lo más básico para que cada uno reflexiones sobre su rutina respecto a estos temas.
Primero: hay que lavarse las manos con agua y jabón cuando llegamos a casa (incluidas las uñas), incluso cuando creamos que no hemos tocado nada "sucio". También cada vez que hagamos nuestras necesidades (defecar u orinar).
Primero: hay que lavarse las manos con agua y jabón cuando llegamos a casa (incluidas las uñas), incluso cuando creamos que no hemos tocado nada "sucio". También cada vez que hagamos nuestras necesidades (defecar u orinar).
Segundo: es necesario cambiar la toalla de secar las manos y el paño de cocina cada día, o cada dos días para evitar exceso de suciedad y bacterias cada vez que nos secamos las manos y la cara. Revisad también cada cuanto tiempo cambiáis el resto de toallas de la casa.
Tercero: Tomar varios días a la semana zumo de limón batido con otras frutas en ayunas para desayunar. Si estáis acatarrados comed un ajo pequeño crudo o un ajo negro. Otra alternativa sería un trozo de dulce de jengibre (el que menos azúcar contenga del mercado), o una cucharadita de miel de apicultor espesa.
Cuarto: cuando bebáis refrescos, café, etc... no echéis hielo para evitar coger frío en la garganta, e incluso terminar con cáncer de laringe en casos de consumo muy asiduo durante años.
Quinto: limpiad una vez al mes todos los pomos, barandillas e interruptores de la casa con servilletas de papel humedecidas con desinfectante antiséptico de farmacia, o amoniaco en su defecto (usad guantes y ventilad).
Y por último: al salir y entrar en sitios fríos o cálidos, poned o retirad la ropa de abrigo para evitar contrastes bruscos de temperatura. Abrigaros lo necesario, no paséis frío pensando que sois jóvenes y vuestro cuerpo es inmortal, porque no es así. Todo pasa factura, y con los años os saldrán problemas de salud y los médicos os preguntaran si habéis hecho esto o aquello... Y entonces os lamentaréis por sufrir las consecuencias.
Tercero: Tomar varios días a la semana zumo de limón batido con otras frutas en ayunas para desayunar. Si estáis acatarrados comed un ajo pequeño crudo o un ajo negro. Otra alternativa sería un trozo de dulce de jengibre (el que menos azúcar contenga del mercado), o una cucharadita de miel de apicultor espesa.
Cuarto: cuando bebáis refrescos, café, etc... no echéis hielo para evitar coger frío en la garganta, e incluso terminar con cáncer de laringe en casos de consumo muy asiduo durante años.
Quinto: limpiad una vez al mes todos los pomos, barandillas e interruptores de la casa con servilletas de papel humedecidas con desinfectante antiséptico de farmacia, o amoniaco en su defecto (usad guantes y ventilad).
Y por último: al salir y entrar en sitios fríos o cálidos, poned o retirad la ropa de abrigo para evitar contrastes bruscos de temperatura. Abrigaros lo necesario, no paséis frío pensando que sois jóvenes y vuestro cuerpo es inmortal, porque no es así. Todo pasa factura, y con los años os saldrán problemas de salud y los médicos os preguntaran si habéis hecho esto o aquello... Y entonces os lamentaréis por sufrir las consecuencias.
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