Este es el
resultado de uno de mis experimentos espontáneos en la cocina.
Ponemos a remojo 2 o 3 días antes, 4 puñados rasos de garbanzos pequeños, con una cucharadita rasa de bicarbonato y cubiertos de agua. Cambiamos el agua con su bicarbonato cada día. El día que los vamos a cocinar los escurrimos y aclaramos con agua abundante hasta 4 o 5 veces, para limpiarlos bien. Calentamos la olla exprés sin tapar a fuego medio, añadimos 4 cucharadas de aceite de oliva o de girasol, y 1 cucharada rasa de sal gruesa. Echamos de inmediato 1 cebolla mediana cortada en gajos (o como más os guste), medio puerro (lavado y troceado), y 1 zanahoria algo grande cortada en rodajas (pelada y lavada también). Dejamos freír 10 minutos a fuego medio (removiendo cada pocos minutos). Añadimos los garbanzos lavados, removemos, echamos una cucharadita rasa de pimentón picante, otra cucharada rasa de tomillo, y los dejamos freír otros 5 minutos. Y ahora llenamos de agua la olla hasta un dedo por debajo de la marca máxima (mi olla es mediana). Ponemos a fuego alto, dejamos romper a hervir, cerramos la olla en posición uno o normal. Y cuando coja presión, bajamos fuego medio-alto. Esperamos 40 minutos… ¡y listo! Unos garbanzos con un toque buenísimo, como los de las abuelas.
Ponemos a remojo 2 o 3 días antes, 4 puñados rasos de garbanzos pequeños, con una cucharadita rasa de bicarbonato y cubiertos de agua. Cambiamos el agua con su bicarbonato cada día. El día que los vamos a cocinar los escurrimos y aclaramos con agua abundante hasta 4 o 5 veces, para limpiarlos bien. Calentamos la olla exprés sin tapar a fuego medio, añadimos 4 cucharadas de aceite de oliva o de girasol, y 1 cucharada rasa de sal gruesa. Echamos de inmediato 1 cebolla mediana cortada en gajos (o como más os guste), medio puerro (lavado y troceado), y 1 zanahoria algo grande cortada en rodajas (pelada y lavada también). Dejamos freír 10 minutos a fuego medio (removiendo cada pocos minutos). Añadimos los garbanzos lavados, removemos, echamos una cucharadita rasa de pimentón picante, otra cucharada rasa de tomillo, y los dejamos freír otros 5 minutos. Y ahora llenamos de agua la olla hasta un dedo por debajo de la marca máxima (mi olla es mediana). Ponemos a fuego alto, dejamos romper a hervir, cerramos la olla en posición uno o normal. Y cuando coja presión, bajamos fuego medio-alto. Esperamos 40 minutos… ¡y listo! Unos garbanzos con un toque buenísimo, como los de las abuelas.
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