He crecido en un hogar cuya madre se dedicaba a presumir delante de la mayoría de la gente que sabía leer las líneas de las manos. Incluso se ofrecía a leer las manos gratis al momento... Se quedaba pensativa, fingiendo que no sabía, o diciendo cosas amables. Pero, en cuanto esas personas se marchaban y mi madre se encontraba con un enemigo de esas personas (a traición y por la espalda), contaba cosas muy distintas de las que les decía a la cara, llegando a realizar acusaciones muy fuertes. A mí, su propia hija, me leía las manos y me decía que era muy mala persona y que iba a estudiar mucho. Del resto de preguntas que la hacía (sobre trabajo, hijos, etc), no me contestaba recurriendo a su numerito de hacerse la pensativa y decir que no sabía. Cuando tenía 16 años conocí a una señora que tenía fama en el lugar de ser muy buena leyendo las líneas de la mano, pero solo cuando ella quería y a quien elegía. Ella se ofreció a leer las mías, sin yo pedírselo, y como no me pareció mala persona acepté. Recuerdo que me dijo que iba a tener unos años muy malos, mucho sufrimiento (en eso acertó), que iba a tener un hombre que me iba a querer mucho (también acertó), que iba a recibir una herencia y me iba a convertir en una mujer exitosa de negocios influyente y rica... (en esas dos últimas no acertó). Lo más interesante es que yo extrañada por aquella versión tan diferente, la conté lo que mi madre llevaba años diciéndome sobre mis líneas de las manos (que yo era mala persona y que iba a estudiar mucho). Y esta señora se sorprendió mucho y lo negó. Me dijo que yo no era mala persona y que las líneas tan poco decían que yo fuese a estudiar mucho, solo lo normal (en eso acertó también).
Y muchos años después frustrada por lo mal que me iba todo, comencé a leer todos los libros que mi madre tenía en casa sobre Quiromancia y Quironomía. Lo pasé peor aún de lo que ya estaba porque me obsesioné con el destino (muy absurdo, no se lo recomiendo a nadie). Me di cuenta de que cada autor de cada libro contaba teorías distintas, incluso en el mismo libro se contradecían a si mismos en ocasiones (aquello era un disparate). Lo peor de todo era cuando dejaban un montón de detalles en el aire, cómo qué significa cada monte de la mano asociado a unos planetas o astros. Algunos autores te aleccionaban para aprovechar situaciones de descuido para leer las manos a la gente sin su permiso, y así espiar su vida y su destino aprovechándote mejor de sus debilidades... Aquél día juré que no iba a volver dejar leer mis líneas a nadie, por si acaso. Acabé descubriendo o verificando algunas cosas de mi misma, dándome cuenta una vez más de que mi madre me había mentido descaradamente, y viendo que había cosas que mis líneas decían (como el dinero, el éxito y los hijos) que no existen en la realidad.
No es bueno, obsesionarse con el destino, ni dar por hecho cosas que en realidad no puedes tener o alcanzar... Y hay gente que escribe libros y hace dinero a base de mentiras, y más mentiras. No sé si hay realmente un libro bueno sobre estos temas. Es necesario tener un buen maestro, ser profesional y muy observador, sino no vas a poder hacer una buena y respetuosa lectura.