Esta receta la vimos
hace años en este blog (https://recetasysonrisas.blogspot.com/2017/03/arroz-al-horno.html?m=1),
y nos entró antojo por probarla. La preparamos y no dejamos ni un grano de
arroz. Aquel día comimos demasiado así que si no queréis morir en el intento es
mejor repartir la receta en 4 raciones.
Primero ponemos a cocer 150 gramos de garbanzos con una pizca de sal y un trozo de hueso de jamón durante 40 minutos. Pasado ese tiempo, escurrimos y reservamos el caldo para utilizarlo más tarde, y vamos precalentando el horno arriba y abajo a 250º Centígrados.
Después pelamos 1 patata mediana, la troceamos en rodajas y la freímos en una sartén con aceite suficiente (freímos todos los ingredientes en ese aceite a fuego medio, ya que no queremos que se queme). Todos los ingredientes los vamos poniendo en una fuente, (nosotros al no tener una cazuela de barro usamos una rectangular de cristal especial para hornos).
Tras de freír la patata freímos: 1 cabeza de ajos pelados y vamos incorporándolos a la fuente de cristal, después en ese mismo aceite freímos 1 morcilla de Burgos, 4 costillas de cerdo cortadas en tiras, y reservamos en un plato para usarlo al final. Partimos las 2 tiras de panceta de cerdo en trocitos, y la freímos para luego reservarlas con las costillas de cerdo.
Ahora en el mismo aceite incorporamos las 4 cucharadas de tomate triturado y lo sofreímos un poco durante 2 minutos. Acto seguido añadimos 3 puñados de arroz (160 gramos), y lo freímos durante otro par de minutos para finalmente añadir los 150 gramos de garbanzos cocidos junto a 2 cucharaditas de pimentón dulce. Mezclamos todo bien durante otros 2 minutos más y apartamos del fuego.
Una vez hecho esto lo añadimos a la fuente de cristal con los demás ingredientes, poniendo arriba del todo la morcilla, las costillas adobadas y 6 rodajas de tomate mediano. Echamos el caldo que teníamos reservado de cocer los garbanzos (añadimos hasta que el caldo tape el arroz), y lo introducimos en el estante más abajo del horno durante 12 minutos. Pasados esos 12 minutos bajamos la temperatura a 210º Centígrados, y horneamos otros 12 minutos más viendo como el caldo reduce un poco pero sin llegar a secarse. Si esto sucediera añadid algún vaso de agua caliente para que no se seque. Y ya estaría nuestro arroz al horno listo para comer.
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