Siempre he juzgado con dureza a la gente que va a los partidos (sean del deporte que sean), a insultar o incluso maltratar físicamente a otras personas. Da la impresión de que somos cualquier cosa menos personas civilizadas, más bien salvajes con ropa bien cosida.
Pero las pocas ocasiones en las cuales yo he ido a ver a un equipo jugar... No sé como explicarlo, me doy cuenta de lo fácil que puede llegar a ser caer en ciertas actitudes. La primera vez asistí a un partido de voleibol masculino. Recuerdo que había un grupo de críos muy desagradables animando a uno de los equipos, así que yo y mis amigas comenzamos a animar al otro equipo... Terminamos insultándonos con los críos desagradables, y casi nos pegamos.
La segunda vez me invitaron a ir a un partido de baloncesto masculino, aquello era como ver a un montón de tíos de 2 metros de altura tomarse el té mientras botaban el balón. Yo daba hasta cabezazos del sueño que me entraba por el aburrimiento. Y terminé diciéndoles a voces lo aburrido que resultaba verles jugar.
Y en la tercera ocasión asistí a una carrera de Motocross que no me apetecía mucho pero al final resultó muy emocionante. Cuando terminó quería ver más careras así, estaba eufórica y feliz.
Supongo que depende de la edad, del comportamiento de los que nos rodean y de como nos encontremos en ese momento.
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