Esta receta es una de mis innovaciones en la cocina por cortesía de mi pareja (yo tengo la idea y él la cocina).
Primero asamos los pimientos, en este caso 1 pimiento rojo
y 2 pimientos verdes italianos. Se cubren de aceite con una brocha de cocina y
se añade unas pizcas de sal. Con el horno precalentado a 180º Centígrados dejamos asar los pimientos 50 minutos,
pasados 30 minutos les damos la vuelta para que se asen bien por ambos lados.
Mientras se asan los pimientos, ponemos una sartén grande a fuego alto, una vez caliente bajamos a fuego medio con poco aceite, y freímos 1 lenguado grande por ambas
caras con una pizca de sal. Una vez frito el pescado reservamos.
Cuando los pimientos ya estén asados, les hacemos
tiras y después los cortamos en cuadraditos, luego desmigamos la carne del
pescado asegurándonos de quitar bien todas las espinas. Mezclamos la carne desmigada junto con los pimientos y
salpimentamos la mezcla poco, dejándola en un cuenco.
Ahora toca hacer la bechamel: echamos en una sartén mediana 4
cucharadas soperas de aceite y lo calentamos a fuego medio, una vez caliente el
fuego lo bajamos de intensidad un punto y agregamos a la sartén 5 cucharadas
soperas de harina con algo de copete. Freímos un poco para después
ir añadiendo leche poco a poco hasta formar una salsa algo espesa (que no quede
ni muy espesa ni muy liquida), y añadimos el
queso tierno de cabra (o el que más os guste, pero cuidado con la sal) en la proporción que deseemos, en nuestro caso una loncha de 2
dedos de grosor. Echamos 1 pizca de sal a la bechamel y removemos hasta que el queso se
haya fundido. A continuación agregamos la carne del pescado con los
pimientos removiendo bien a fuego medio alto durante 10/15 minutos (hasta que quede espesa) y retiramos del fuego.
Ahora montamos las empanadillas usando un sobre de 16 obleas
grandes de empanadillas, con una cuchara de postre vamos colocando 2
cucharaditas de relleno en medio de cada oblea, y las vamos plegando sobre sí mismas
y cerrándolas por los bordes presionando con un tenedor. Acabado esto
precalentamos el horno a 170º C y en una fuente con papel de horno organizamos todas las empanadillas para luego impregnarlas de huevo batido con un
pincel de cocina. Ahora tan solo hay que meterlas en el horno durante 15 minutos más o menos, (en su defecto hasta que veamos que las empanadillas ya están doradas). Las
sacamos del horno, dejamos templar o enfriar, las servimos ¡Y listo!
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