Hace meses encontré este artista, sus obras siguen la línea tradicional de la pintura japonesa. No tienen los colores llamativos del arte digital de hoy en día, pero me gusta apreciar la capacidad de artistas como este a la hora de dominar técnicas húmedas. Requieren intuición, práctica y sutileza.
sábado, 25 de septiembre de 2021
sábado, 18 de septiembre de 2021
Monederos de papel
Hace más de 15 años acudí a un certamen del cómic no oficial, con esto quiero decir que un grupo de adolescentes frikis pidieron permiso en un centro cívico para poner unas películas de anime, etc. Pero cuando fuimos resultó ser mentira, no iban a poner ninguna película, y estaban jugando al Twister casi en ropa interior ¿? Seguimos indagando en el centro cívico y encontramos una habitación donde vendían merchandising que habían comprado supuestamente en Japón a menor precio que en España. Tan poco sé si esto era cierto, pero entre las figurillas encontré una cartera de papel realizada a mano que me encantó. Me enamoré a primera vista: la combinación de colores del papel con el hilo, los recortes estilo semi collage... Nunca he tenido una cartera que me guste tanto. Y además tenía un bolsillito para monedas con velcro. Aquel monedero devolvió mi fe en los monederos.
Si tenéis una cartera o monedero que os guste mucho podéis hacer plantillas con sus piezas sobre papel. Luego recortar esas piezas de papel de revista o de regalo, o incluso imprimir algo que os guste en papel o cartulina fina (en papel fotográfico queda como la que muestro, pero se rompe antes). Recortáis las piezas, las forráis con forro transparente adhesivo para libros (por ambas caras), y planificáis en que orden necesitáis coser las piezas. Recordad pegar y coser el velcro en el lugar correcto antes de montar toda la cartera definitivamente. Yo primero hago los agujeros, con cuidado, con la máquina de coser sin hilo (y limpiando de pegamento la aguja tras sus uso). También podéis hacerlos con un punzón con cuidado de no rallar ni perforar la mesa sobre la que trabajéis, o realizarlos sobre la marcha mientras coséis. Puede llevar un par de tardes hacer todo el proceso, pero la satisfacción de ver un trabajo bien hecho por ti mismo o misma y con tu toque único, da una satisfacción...
domingo, 12 de septiembre de 2021
Croquetas de champiñones y calabacín (24 raciones)
Buscando recetas de croquetas diferentes encontró mi pareja
este enlace: https://www.directoalpaladar.com/recetas-de-aperitivos/receta-de-croquetas-economicas-de-setas
La verdad es que tiene buena pinta, pero yo en mi creatividad innata decidí echar solo 6 champiñones frescos y medio calabacín mediano troceados. Y resultó ser buena idea, quedaron unas croquetas bastante buenas.
Para hacer esta receta empezamos partiendo en trocitos media cebolla blanca y la echamos en una sartén con un poco de aceite para ir pochándola a fuego medio, después añadimos con la cebolla: medio calabacín pequeño y 6 champiñones, todo cortado en trocitos o daditos. Y lo freímos todo en su punto junto con la cebolla, una pizca de sal y de pimienta al gusto. Hay que vigilar el punto de sal a la hora de hacer la bechamel ya que nos puede quedar o muy soso o muy salado.
Una vez pochada en su punto la verdura añadimos un trozo de mantequilla, con dedo y medio bastara, y esperamos a que se derrita completamente. Después agregamos la harina (yo lo suelo hacer a ojo) sobre unas 6 cucharadas colmadas de harina de trigo normal, y la cocinamos un poco para que no nos quede el sabor a crudo de la misma. Una vez hecho esto vamos añadiendo poco a poco medio litro de leche entera sin dejar de remover y 1 pizca de nuez moscada.
Cuando hemos añadido toda la leche, seguimos removiendo a fuego medio para que la mezcla espese hasta adquirir un toque cremoso (si quedara muy espeso se puede añadir un poquito más de leche hasta que quede con la textura adecuada). Sabremos que esta lista la masa de las croquetas cuando al remover esta se despegue completamente de la sartén sin dejar ningún residuo tras de sí. Una vez lista vertemos la masa de las croquetas en una fuente de cristal y dejamos enfriar de 3 a 4 horas en el frigorífico. Antes de introducir la masa en el frigorífico debe estar fría o templada como mucho.
Después de transcurrido ese tiempo, sacamos la masa del frigorífico y la cortamos en trozos del tamaño que más nos guste, (aquel día nos salieron en total 24 croquetas). Vamos pasando los trozos por harina, después huevo y finalmente pan rallado. Llegado este punto tenemos dos opciones: guardarlas en bolsitas herméticas y meterlas al congelador para cocinarlas cuando mas apetezca (no las aplastéis), o poner la sartén con aceite a fuego medio y freírlas hasta que se doren y servir para comer.
La verdad es que tiene buena pinta, pero yo en mi creatividad innata decidí echar solo 6 champiñones frescos y medio calabacín mediano troceados. Y resultó ser buena idea, quedaron unas croquetas bastante buenas.
Para hacer esta receta empezamos partiendo en trocitos media cebolla blanca y la echamos en una sartén con un poco de aceite para ir pochándola a fuego medio, después añadimos con la cebolla: medio calabacín pequeño y 6 champiñones, todo cortado en trocitos o daditos. Y lo freímos todo en su punto junto con la cebolla, una pizca de sal y de pimienta al gusto. Hay que vigilar el punto de sal a la hora de hacer la bechamel ya que nos puede quedar o muy soso o muy salado.
Una vez pochada en su punto la verdura añadimos un trozo de mantequilla, con dedo y medio bastara, y esperamos a que se derrita completamente. Después agregamos la harina (yo lo suelo hacer a ojo) sobre unas 6 cucharadas colmadas de harina de trigo normal, y la cocinamos un poco para que no nos quede el sabor a crudo de la misma. Una vez hecho esto vamos añadiendo poco a poco medio litro de leche entera sin dejar de remover y 1 pizca de nuez moscada.
Cuando hemos añadido toda la leche, seguimos removiendo a fuego medio para que la mezcla espese hasta adquirir un toque cremoso (si quedara muy espeso se puede añadir un poquito más de leche hasta que quede con la textura adecuada). Sabremos que esta lista la masa de las croquetas cuando al remover esta se despegue completamente de la sartén sin dejar ningún residuo tras de sí. Una vez lista vertemos la masa de las croquetas en una fuente de cristal y dejamos enfriar de 3 a 4 horas en el frigorífico. Antes de introducir la masa en el frigorífico debe estar fría o templada como mucho.
Después de transcurrido ese tiempo, sacamos la masa del frigorífico y la cortamos en trozos del tamaño que más nos guste, (aquel día nos salieron en total 24 croquetas). Vamos pasando los trozos por harina, después huevo y finalmente pan rallado. Llegado este punto tenemos dos opciones: guardarlas en bolsitas herméticas y meterlas al congelador para cocinarlas cuando mas apetezca (no las aplastéis), o poner la sartén con aceite a fuego medio y freírlas hasta que se doren y servir para comer.
sábado, 4 de septiembre de 2021
Operación U.N.C.L.E (2015)
En ocasiones elijo las películas por intuición. Veo la cartelera en tamaño
diminuto, leo el título, y pienso -Voy a verla-. Es una película dinámica, con gancho, atractiva, con
buena banda sonora (que engancha también), buenas interpretaciones, un poco
fantasma (porque todos sabemos como suelen ser las películas de espías y
agentes secretos), pero lo justo como para que te encante. Así que la
recomiendo, y luego que cada uno saque sus conclusiones.
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